No me arrepiento de nada

Nos hicimos amantes y vivíamos una realidad paralela que era perfecta entre nosotros.

Esta historia de amor pasó hace muchos años pero la recuerdo porque fue especial, no fue de la mejor forma que podía haber pasado, pero fue lo que pasó y es mi historia. Yo trabajaba en una empresa en la que normalmente por mi puesto de trabajo tenía bastante contacto con mi jefe, teníamos que ir preparar reuniones a las que íbamos juntos, pasábamos mucho tiempo juntos pero todo muy correcto y muy bien, relación cordial jefe empleada y hasta ahí.

Yo tenía unos 25 años o así cuando pasó, él realmente no era mucho más mayor que yo, éramos una empresa joven y de edades parecidas. Yo llevaba cuatro años con mi novio de entonces, un relación totalmente terminada, parada, aburrida y sin sentido, pero que nunca terminaba, era joven, insegura, bah, no sé. Él llevaba muchos más años con su novia, una relación aparentemente más asentada.

Un día nos convocaron para una reunión en una ciudad cercana a la nuestra. Teníamos que ir en el día y volver y salimos temprano por la mañana. Durante el viaje en el coche, de repente, todo se volvió extraño. Las conversaciones, las miradas, los gestos, de golpe, noté como si él flirteara conmigo y, de golpe, me descubría a mí misma flirteando con él. Y de golpe, me di cuenta de que me encantaba la situación, me encantaba notarle por mí y cómo me miraba. Fue un viaje extrañamente divertido.

Al llegar fuimos a la reunión, todo normal, y cuando terminamos me dijo que me invitaba a comer por ahí y que volvíamos por la tarde. ¡¡El jefe mandaba!! Así que nos fuimos a comer a un restaurante muy bonito que encontramos. ¿La comida? Vino, cosas ricas, y muchísimo flirteo. Era abrumador pero para mí era como si de repente estuviera viviendo un sueño, como si mi vida real y la suya no existieran y sólo estuviéramos ahí los dos y pudiésemos hacer lo que quisiéramos.

Terminamos de comer y nadie decía nada de marcharnos a casa, estaba más que claro que ninguno de los dos nos queríamos ir. De camino al coche, de repente, nos besamos. Así como en las películas, mientras caminábamos riendo sin parar y haciendo el tonto nos empezamos a besar y fue una locura, pasión total. Nos montamos en el coche y no podíamos parar, ni queríamos, aquello era brutal!! Yo hacía muchos años que no me sentía así, y él me empezó a decir que siempre le había gustado, que le atraía un montón, que sabía que ninguno de los dos “podía” hacerlo pero que no se podía aguantar por más tiempo. Nos besamos durante mucho rato dentro del coche, nos tocamos y nos sentimos hasta donde pudimos. Como dos adolescentes que se quedan con ganas de más. Pero teníamos que volver a nuestra realidad y eso que estaba pasando no podía ser… así que nos marchamos a casa sabiendo que quizá fuera la última vez que nos veríamos de esa forma… porque al día siguiente vernos nos íbamos a ver en la oficina.

Cuando llegué a casa me sentía en una nube y cuando vi a mi novio comenzó a darme el bajón, primero por sentirme super rastrera por haber hecho lo que había hecho, después porque no sentía nada por él y aunque me sentía mal por lo que hice realmente me daba cuenta de que no quería estar con él y que me encantaba mi jefe.

Pasaron los días, nos veíamos en la oficina y había una tensión muy grande entre nosotros, miradas, gestos, pero ni un roce ni una palabra diferente, supimos llevarlo bien pero nos ardía el deseo dentro!! Al cabo de unos meses dejé a mi novio porque al margen de esto de mi jefe yo sabía que mi relación no llevaba a ninguna parte pero no había sabido dejarlo antes. El problema fue que él no dejó a su novia pero tampoco quería dejar de verme a mí, por lo que empezamos a quedar a escondidas porque teníamos una pasión el uno por el otro que no era normal, pero que empezamos a tener problemas para contener.

Y sí, nos hicimos amantes y vivíamos una realidad paralela que era perfecta entre nosotros, hasta que un día me di cuenta de que además del sexo me gustaba todo de él, que quería estar con él, y me di cuenta de que él tenía pareja y de lo que estábamos haciendo era una locura, como si de repente despertara de aquella escena perfecta que teníamos cada vez que nos veíamos.

Así que fui totalmente sincera con él y le conté lo que sentía, le dije que quería estar con él, que no podía estar así, que encima luego en la oficina era para mí super incómodo estar… Y sí, sí apostó por mí, dejó a novia y empezamos una relación normal, tardamos bastante en que la gente lo supiera porque podía ser extraño pero poco a poco lo fuimos normalizando, nos veían, y fue todo más normal y sencillo para todos. No fue fácil por eso, nada fácil, al contrario, tuvimos que oírnos muchas cosas y cosas muy fuertes, sobre todo yo, que quedé como “la que se mete en medio y se lía con su jefe” pero bueno, era algo con lo que contaba.

Hace años que estamos juntos. Sé que no lo hicimos bien pero visto el resultado, no me arrepiento de nada. Nunca he sido tan feliz.