Vladimir Gutierré Rojo Bar 2003 |
Ella ganaba bien como telefonista
yo laburaba mal y ganaba peor
yo tenia primer papel ella era protagonista
de la historia mas triste de todas las de amor,
la fiché desde lejos moviendo su cintura
y al ritmo de su cuerpo mi mirada bailó,
se rompían los espejos reflejando su hermosura
se rompian los esquemas de mi pobre corazón.
Dichoso si es que existe el dueño de esta perla
de esta obra de arte de esta boca de miel,
me dije ahí no mas a pesar que existía
ni papel ni biromes derechito al hotel,
supe que era casada con problemas de pareja
y que no soportaba gente de malhumor
supe q enloquecia con los besos en la oreja
que en la cama y desnuda baila mucho mejor
Ella le caia bien a todos mis sentidos
salvo cuando el marido era el tema de hablar,
cuando su confesión lastimo mis oidos
me dije no la escuches no te ahogues en su mar.
Yo abrí de par en par las puertas de mi alma
y deje que saliera mi secreto peor
disimulando lo triste y conservando la calma
le dije aunque no creas estoy buscando amor.
Nos rendimos los dos al fingir como tontos
que yo era su marido y que ella era mi mujer
pèro al cabo de un tiempo yo no quería ser su esposo.
yo laburaba mal y ganaba peor
yo tenia primer papel ella era protagonista
de la historia mas triste de todas las de amor,
la fiché desde lejos moviendo su cintura
y al ritmo de su cuerpo mi mirada bailó,
se rompían los espejos reflejando su hermosura
se rompian los esquemas de mi pobre corazón.
Dichoso si es que existe el dueño de esta perla
de esta obra de arte de esta boca de miel,
me dije ahí no mas a pesar que existía
ni papel ni biromes derechito al hotel,
supe que era casada con problemas de pareja
y que no soportaba gente de malhumor
supe q enloquecia con los besos en la oreja
que en la cama y desnuda baila mucho mejor
Ella le caia bien a todos mis sentidos
salvo cuando el marido era el tema de hablar,
cuando su confesión lastimo mis oidos
me dije no la escuches no te ahogues en su mar.
Yo abrí de par en par las puertas de mi alma
y deje que saliera mi secreto peor
disimulando lo triste y conservando la calma
le dije aunque no creas estoy buscando amor.
Nos rendimos los dos al fingir como tontos
que yo era su marido y que ella era mi mujer
pèro al cabo de un tiempo yo no quería ser su esposo.
Y ella quiso volver a ser la dama infiel
ahora ella esta feliz volvio con el idiota
yo recorro las calles buscando otra mujer
y aprendi que mentirse tiene patas muy cortas
que siempre la costumbre
va a matar al placer... va a matar al placer
0 comentarios :
Publicar un comentario
Todo lo que puedas aportar para mejorar este Blog será bienvenido. Opiniones, Historias, Fotos, etc. Puedes hacerlo también a mi e-mail: charlesfrancis1953@hotmail.com
Por todo; Gracias.-
Carlos